Todo empezó un atardecer en una casa de muñecas de la Parguera, rodeada de mi familia y amigos. Fue una de esas noches especiales, donde todo fluye. Surgió la conversación sobre nuestro próximo viaje. Siempre buscamos una cultura diferente, paisajes únicos, contacto con la naturaleza. Un duende nos visitó, y nos murmuró la palabra mágica: ¡Islandia!

Viajar a Islandia en sí mismo es un reto. ¡Precios altos, escasez de hoteles, condiciones de tiempo extremas, clase de fotografía de último momento, nombres impronunciables!

Para empezar, ¿cómo vestirse? Viajamos durante la semana Santa, principios de abril, lo que corresponde al fin del invierno. Así está dividido el tiempo en Islandia: verano es mayo a septiembre, y el resto es invierno. Optamos por la opción “cebolla” o sistema de capas: varias piezas de ropa que fácilmente te vas poniendo y quitando, y nada de algodón. Primera capa: lana o tejido sintético, segunda capa: forro polar o jersey de lana, tercera capa chaqueta con capucha, caliente, resistente al agua y al viento. Tus botas deben ser cómodas, impermeables y con talón reforzado. Y claro, no olvides tu traje de baño para los baños geotermales, y piscinas al aire libre, actividad igualmente normal e importante como  para nosotros lo es ir a la playa. No esperes llegar a Islandia para comprar tu ropa, o prepárate mentalmente y económicamente a precios astronómicos.

Nos aseguramos que nuestras tarjetas de crédito y débito tengan un chip y un pin. La gasolina solo se comprar con este estilo de tarjeta. No se requiere llevar cash, literalmente, todo se compra con tarjeta y la propina, siempre está incluida.

Decidimos alquilar nuestro vehículo 4X4.  Hay carreteras con asfalto, y muchas pistas para llegar a las maravillas naturales. Especialmente en invierno, algunas están cerradas. Por lo tanto,  cada día debes verificar el estado de las carreteras en el web site www.road.is, y el tiempo previsto en www.verdur.is/en. Es imprescindible tener un teléfono con conexión de internet todo el tiempo  (se puede también comprar una tarjeta SIM a la llegada). Los carros vienen con GPS, pero a menudo se nos hizo más fácil utilizar el GPS de Google maps que el del carro.

Los nombres islandeses te pueden asustar, confundir. Aprendimos las tres palabras más importantes, cuando uno busca los puntos de intereses a visitar: Jökull (glaciar:  entonces hay un volcán o una montaña), Foss (cascada) y Sárlón (Laguna). Afortunadamente, la mayoría de los islandeses hablan inglés.

Guiamos más de 1500 millas alrededor de la isla, siguiendo las miles de aves migratorias, a la orilla de los fiordos. Dormimos en los pueblos solitarios, o en granjas en el medio de la nada. Nos topamos con una naturaleza sumamente activa y potente, cuna de historias fantásticas de seres ocultos, duendes detrás de cada piedra de lava, y sagas sanguinarias más aun poéticas de los vikingos. Fue un viaje de crecimiento en condiciones que nunca habíamos experimentado.

En abril, todavía las noches existen, y ganamos 10 minutos de luz diariamente. Al final de nuestro viaje de 12 días, teníamos 2 horas extra de día, con un atardecer alrededor de las 10pm.   ¡Por la época, enfrentamos tormentas de hielo, de nieve, subidas o bajadas de las temperaturas de varios grados, levantamiento de fuertes vientos, y todo en un mismo día! Sin embargo, en verano, el tiempo es menos frio, no hay nieve, pero igualmente te toparás con un tiempo en constante cambio. Ya lo dice un proverbio islandés: “Si no te gusta el clima, espera cinco minutos “.

Islandia es una isla muy joven, solo tiene 18 millones años, mientras que por ejemplo Escocia tiene 2,700 millones años. Entonces viajar en este paraíso natural, es llenarte los ojos de paisajes únicos y vírgenes. Al igual que el héroe de Jules Verne, tuvimos la impresión de hacer un viaje al centro de la tierra. Exploramos un mundo mineral en todo su esplendor. Atravesamos campos de lavas, vimos la tierra hirviendo y expulsando humo como chimenea, y seguimos las carreteras escarpadas de sus fiordos y lagos con fondo de volcanes, todos conos perfectos. Caminamos sobre glaciares desprendiendo sus icebergs directamente en las playas de arena negra, como esculturas de vidrio. Contemplamos los arcoíris en las enérgicas cascadas de todo tamaño, colores, fuerza y ritmo.

Reykjavik es una capital muy “gráfica”, cuyo centro está compuesto solamente de casitas triangulares de todos los colores, incluso negro. Está a la orilla del mar, y una larga montaña con nieve, como una meseta, vela desde las afueras la pequeña ciudad. La sala de concierto HARPA es el icono del desarrollo moderno y cultural de la capital. Hay muchos restaurantes y tiendas de ropa de lana (especialidad de Islandia) y souvenirs, por supuesto hechos en Islandia.  Se come mucho pescado ultra fresco, cordero  y sopas. Si tienes curiosidad de la cocina local extraña, puedes probar la cabeza de oveja hervida o el tiburón podrido. Muchos de los islandeses nunca lo comieron, pero es parte de la herencia culinaria del país, así que los probamos.

La vida social, explota los fines de semanas y es normal que una mujer invite un hombre a salir, a una cerveza o a bailar. Muchos bares y discotecas, música en vivo y como siempre, la presencia de la música de nuestros astros boricuas no falta, desde Marc Anthony hasta Daddy Yankee. Por el alto costo del alcohol, controlado por el Estado y vendido solamente en tiendas especiales (Vinbudin), es costumbre reunirse entre amigos en las casas antes de salir y empezar la fiesta más tarde. Las noches son largas, y totalmente seguras, como todo el resto del país.

Fuera de la capital, la isla se convierte en tu jardín privado. Hubo días en los que los únicos seres vivos que encontramos fueron caballos y aves marinas migratorias. Se cree que los caballos fueron llevados por los vikingos desde Escandinavia y Europa, en el siglo IX. De hecho, el gobierno islandés no permite la entrada de caballos al país, para preservar la pureza de la raza. En cuanto a las aves, son colonias apiñadas sobre los farallones de cobalto de las costas acantiladas o flotando en el mar ártico: gaviotas, cormoranes, patos, alcas, ocas, frailecillos, charranes árticos etc.

Vimos las auroras boreales. Primero, desde el avión, y pudimos apreciar el cinturón de auroras a lo lejos, que solo se ve desde el aire en algunas ocasiones. Sin embargo, desde la tierra, la visión es diferente:  son luces de colores que bailan, brincando de esquina a esquina, que aparecen y desaparecen en cuestión de segundos.  Solo se necesita tener una noche despejada, y estar a fuera de la ciudad con un buen abrigo y una capa de paciencia, alrededor de las 11pm. Las auroras boreales son el efecto de las ráfagas del viento solar chocando con el campo magnético terrestre, en su punto más débil.

Nos encantó la Península de Snaefellsness en el Oeste con sus pueblitos históricos, sus cascadas y  sus acantilados tan peculiares, parecidos a bizcochos de milhojas geológicas, sus espectaculares volcanes y glaciares. En el océano ártico pescamos bacalao y vimos ballenas. En El Norte viajamos a través de paisajes lunares, cruzamos pueblitos compuestos de 2 o 3 casas y una iglesia. En los fiordos del Este, las faldas de los volcanes se transforman en playa, y nuevas montañas o volcanes se perfilan en cada rincón de la carretera costera. La geología y variedad de piedras es fascinante.

En el sur, descubrimos el Parque Nacional de Thingvellir, cerca de la capital, protegido por la UNESCO, donde se estableció la primera democracia aun activa en el mundo, en el año 930. Coincidentemente es el lugar de encuentro de las placas tectónicas americana y euroasiática, las cuales se están separando una pulgada por año. Por lo tanto, todos los alrededores están fragmentados con fisuras dramáticas, ríos y lagos, provocando espectaculares cascadas de agua como Gullfoss, y geiseres activos.

Justo entre las placas tectónicas se encuentra la famosa fisura de Silfra, en el corazón del Parque, en un estrecho canal de aguas cristalinas serpenteando a través de un campo de lava gigante. No parece mucho en la superficie, pero abajo, tonalidades sobrenaturales de azul, visibilidad perfecta y formaciones rocosas increíbles forman un mágico paraíso subacuático. Con hasta 300 pies de visibilidad bajo el agua, Silfra te permite darle una ojeada al centro de la Tierra. Es un sitio hipnotizante, clasificado como uno de los 10 sitios de snorkel y buceo más importante del mundo. No se lo debe perder ningún snorkeler, experimentado o no, y se realiza en todas las épocas del año.

Subimos con crampones en los glaciares y saludamos las focas en la laguna de Jokulsarlon, y es en Hofn que comimos la mejor sopa de langostinos. Y claro, nos bañamos en el agua geotérmica de la Laguna Azul de Keflavik, en los Nature Bath de Myvatn y otras menos conocidas encontradas en camino.

Los islandeses son personas francas, fuertes, trabajadoras. Se apasionan con los baños termales y piscinas públicas abiertas, poco importa que sea menos de 32 F afuera. El sistema de salud y de educación es gratuito y de alta calidad. La preparación académica es una de las altas prioridades del país.  Después de la crisis bancaria en 2007, muchas personas emigraron a Noruega. Una de las soluciones a la crisis fue el turismo, apoyar la producción local y el orgullo de su tierra. Muchos islandeses regresaron con el boom del turismo.

Islandia es 7 veces más grande que Puerto Rico y cuenta con solo 300,000 habitantes, cuya una tercera parte  reside en la capital Reykjavic. En 2016 recibió 1.767 millones de visitantes y se  espera una alta de 30 a 40% para 2017. La isla , todavía, no está preparada para esta explosión de visitantes.  Los hoteles, fuera de la capital son muy escasos y sencillos. Varias granjas fueron convertidas en Guest houses. Siempre todo es muy limpio, pero la mayoría no tiene baños privados. La ayuda de tu agente de viaje conocedor de la isla es la clave al éxito de tu viaje, tanto para establecer la ruta según la temporada como para reservar los hoteles.

Hay 4 formas de viajar a Islandia:

• Apuntarse a una excursión grupal, saliendo de Puerto Rico o incorporándose a la llegada a un grupo. Estará en un autobús con guía de habla hispana.

• Tener un 4X4 y chofer/guía privado, y se diseña una ruta en la cual tendrán la posibilidad de salirse de las carreteras principales

• Alquilar un 4X4 y seguir una ruta establecida por su operador y llegar a los hoteles reservados de ante mano (lo que hicimos)

• Irse totalmente a la libre y alquilar un carro “dormitorio”. Podrán dormir en los lugares autorizado por el gobierno, y los baños termales se transformarán en su cuarto de baño. De hecho, por obligación hay que tomar una ducha totalmente desnudo antes de entrar en la laguna o piscina.

La autora de este artículo es la dueña de Travel Gallery y viajo acompañada de sus hijos en abril. Gracias a su experiencia, Travel Gallery puede preparar y aconsejar cualquier estilo de viaje a Islandia. Travel Gallery es una agencia especializada en destinos exóticos, y solo promueve los países que ha viajado y que ha disfrutado. Se pueden comunicar al 787 782 8888, o escribir a info@travelgallerypr.com

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